Los días del mes de mayo y junio de 1989 en varias zonas de la ciudad y en especial en Pankows, zona de embajadores y por Karlos Mark No 1020 donde radicaban los edificios residencias de los alumnos de la Academia Superior del PSUA, medios de la policía patrullaban el área por revueltas frecuentes de los llamados Punk, jóvenes que agredían especialmente a personas de la raza negra, como manifestaciones racistas. Compartíamos el edificio con vietnamitas, silenciosos y disciplinados, poco comunicativos con quienes además por la barrera del idioma no manteníamos vínculos extraoficiales, solo en grupos a visitas dirigidas en las que mostraron su cultura, respeto a los acontecimientos de la SGM como se aprecia en el campo de concentración Museo Nationale Mahn und Gedenkstatte Sachsenhausen distante unos km de Berlín.
En la foto. (Visitado el 27 de mayo de 1989). Comentaba el traductor que los vecinos del edifico decían que los cubanos resultan revoltosos, no tan así pero ese carácter jaranero que al decir del joven egresado del Instituto de Idiomas, en español asignado al grupo, el contacto con los cubanos era para el un postgrado y la verdadera escuela. Compartía en horarios extras a las actividad es oficiales “para aprender cubano” —decía—. Se nos ofrecía observaciones sobre la conducta
a seguir fundamentalmente los fines de semana o en salidas después de las
actividades oficiales. Con frecuencia
salía solo, pues aunque formábamos un grupo, por razones diversas era imposible
en las horas de asuetos coinciden en intereses, ello dio lugar a acumular vivencias, tanto en Berlín como en las diferentes
ciudades y provincias.

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